Estos voluntarios brindan herramientas y conocimientos a aquellos que desean aprender a leer y escribir o mejorar sus habilidades en estas áreas. Actualmente, se encuentran trabajando en la Escuela Nº 388 "Sargento Romero", en la Iglesia Evangélica Metodista de la calle Francia y 9 de Julio, y también en la casa de la docente responsable de la iniciativa.
La impulsora de esta iniciativa es Cristina "Tatá" Evangelista, una docente jubilada del barrio La Ribera. En 2022, se le ocurrió la idea de colocar un cartel en su casa que decía: "Enseño a leer y escribir gratis". Durante ese año, logró alfabetizar a más de treinta personas de diferentes edades, enfocándose en aquellos que no habían tenido la oportunidad de aprender durante la pandemia.
El interés generado por esta propuesta superó las expectativas de Evangelista y pronto se dio cuenta de que no podía abordar este desafío de manera individual. Por lo tanto, comenzó a trabajar junto a Leonardo Torres, presidente de la histórica biblioteca popular "Domingo Faustino Sarmiento" de Justo Daract. Juntos, capacitaron a un grupo de alfabetizadores comunitarios en la localidad.
Conforme la actividad fue ganando más fuerza, fueron convocados por la Subsecretaría de Cultura de la Comuna y, a través de un acuerdo, la propuesta se transformó en un taller municipal con el objetivo de capacitar a educadores comunitarios que puedan llegar a más lugares.
Las clases se llevan a cabo varias veces por semana en una escuela y una iglesia metodista. Evangelista destaca la importancia del equipo de voluntarios que donan su tiempo para mantener los tres centros de alfabetización. Además de la Iglesia Metodista, donde se reúnen los martes, miércoles y jueves a partir de las 16:30, también tienen un centro en la escuela "Sargento Romero" en los mismos días pero a las 18:00. También ofrecen clases en el domicilio de Evangelista en el barrio La Ribera.
Entre los cincuenta alfabetizadores capacitados, se incluyen docentes interesados en adquirir nuevas perspectivas y herramientas, así como líderes de clubes deportivos y trabajadores del área de la salud con interés en la alfabetización.
Dentro del plan integral llamado "Enseñar a Enseñar", los voluntarios trabajan con adultos y también ofrecen asistencia a las escuelas que lo soliciten. Si alguna institución tiene dificultades con un grado específico o con estudiantes que tienen dificultades para leer o comprender lo que leen, los voluntarios brindan asistencia tanto a los alumnos como a los docentes, ofreciendo una planificación práctica y seguimiento.
El proyecto tiene previsto continuar durante el resto del año, y se realizan reuniones periódicas para evaluar los objetivos alcanzados y realizar ajustes en el plan, si es necesario.