Este proyecto iba a proporcionar acceso al gas natural, mejorando la calidad de vida de los residentes y promoviendo el desarrollo económico de la región. Además, se estimaba que generaría más de 80 puestos de trabajo directos.
La obra, que estaba en una etapa avanzada de licitación y a punto de ser adjudicada, consistía en la construcción de un gasoducto de más de 30 km de longitud, que se extendería desde la Universidad de la Punta hasta la localidad del dique, incluyendo ramificaciones para llegar a los usuarios. También estaba previsto que proporcionara servicio a dos establecimientos públicos.
La suspensión de este proyecto no solo afecta a los residentes que habían esperado mucho tiempo para acceder al gas natural, sino también a los trabajadores que iban a participar en la construcción del gasoducto y a los gasistas matriculados que se habrían encargado de las instalaciones puerta a puerta. La obra era vista como una oportunidad para mejorar la calidad de vida de la comunidad y promover el desarrollo económico local.
En resumen, la suspensión de este proyecto de gasoducto ha generado frustración y preocupación entre los residentes y trabajadores de la zona, ya que se había convertido en una importante necesidad y oportunidad de crecimiento para la región.