A continuación, se detallan las evaluaciones realizadas por las fuerzas de seguridad y las recomendaciones para proteger puntos clave.

El documento, enviado a los ministros de seguridad de las provincias, destaca la necesidad de evaluar los niveles de alerta ante posibles ataques terroristas tanto dentro del territorio nacional como en representaciones argentinas en el extranjero. Se ha calificado como alerta rojo "crítico" a las sedes diplomáticas de Argentina en Israel y otros países de Medio Oriente, mientras que se ha establecido un nivel de alerta naranja "alto" para las embajadas argentinas en zonas potenciales de ataque fuera del conflicto.

El incremento de la violencia y las amenazas entre las agrupaciones terroristas desde el inicio de las acciones bélicas en Medio Oriente en octubre pasado, así como el reciente ataque a la embajada iraní en Siria y el ataque aéreo de Irán contra Israel. Además, se vincula el fallo de la Sala de Casación sobre la Causa AMIA con el riesgo potencial, al mencionar a la República Islámica de Irán como Estado responsable detrás de las acciones de Hezbollah.

En cuanto a grupos "anarquistas" y bandas narcos, se descarta una planificación y se mencionan solo "casos aislados", sin elementos que indiquen situaciones de peligrosidad inminente.

La inteligencia de las fuerzas de seguridad recomienda elevar el nivel de riesgo a "ALTO" para aumentar los controles hacia los objetivos israelíes nacionales y la infraestructura crítica, así como implementar mayores controles migratorios y fronterizos en todo el país. Además, se sugiere aumentar el nivel de alerta en las sedes diplomáticas de Argentina en Israel y países de Medio Oriente a "CRÍTICO".

Como conclusión, se recomienda prestar especial atención a la protección y custodia de centros religiosos y diplomáticos judíos, objetivos sensibles de Estados Unidos, represas hidroeléctricas, aeropuertos, pasos fronterizos y terminales portuarias de pasajeros. Se insta a incrementar las herramientas para la detección de personas que pudieran ingresar al país, especialmente desde los países sobre los que recae la hipótesis de conflicto.

Fuentes de inteligencia consultadas por Data Clave criticaron el contenido y formato del informe, calificándolo como poco estructurado y comparándolo con un trabajo universitario de ciencias sociales de segundo año.