2.- Tu sueldo registrado en el sector privado, en el sector público, en la economía popular, social y solidaria, en el sector cooperativo o informal, en los jubilados y pensionados, te van a alcanzar para la mitad en el supermercado.
3.- Que quede claro, el que era clase media media, lo acaban de tirar a la pobreza con un click y de mala leche creando la ilusión de que no había otro camino posible.
4.- Para los más pobres de los pobres, se anuncia el aumento de AUH+Alimentar, pero este beneficio llega solo a 2,3 de 5 millones de hogares pobres actuales, que con la devaluación van a pasar a ser al menos 6,8.
5.- El congelamiento ilegal del Salario Social Complementario -mal llamado plan social o Potenciar- cuya función alimentaria esta reglada por el artículo 2 de la ley 27.200, implica una reducción ipso facto del 80% de su poder adquisitivo.
6.- El impacto en las zonas semirurales y los núcleos duros de indigencia -el chaco salteño, el impenetrable, Concordia, Gran Resistencia, etc- sin la provisión urgente de alimentos puede provocar una crisis humanitaria sin precedentes.
7.- No estoy contando los aumentos del trasporte y la energía porque no tengo claro cual va a ser el impacto en el precio final, pero ayudar no va a ayudar.
Estos van a ser los próximos 90 días del Gobierno de Milei y después del sufrimiento simplemente vamos a estar varios escalones más abajo. Se trata lisa y llanamente de una confiscación masiva de la propiedad privada y los derechos patrimoniales de millones de personas. ¿En serio piensan que la gente no va a protestar? Aunque compren, encierren, persigan, demonicen, exilien o maten a todos los dirigentes, la gente no se va a dejar carnear.
Si la devaluación no se compensa con aumentos salariales equivalentes para los obreros, empleados y jubilados, una política de ingresos universal para los sectores informales de la economía, garantías mínimas de vivienda para los inquilinizados... no es viable socialmente. No es un problema ideológico, es tener conciencia de la realidad.
PD: Raro que con tanta línea anti-casta se olvidaron de ajustarle los sueldos a los ministros, comisarios, jueces y fiscales que cobran "de la nuestra"... y muchas veces, además, de la otra.