Mientras economistas ortodoxos y heterodoxos discuten sobre las causas que explican los aumentos de precios, los trabajadores formales e informales, jubilados y pensionados y el conjunto de la sociedad, nos vemos sometidos a la pérdida constante del poder adquisitivo del ingreso y a la incertidumbre de no saber hasta qué día del mes alcanzará el salario del mes.
Que la emisión; que la incertidumbre política, que el dolar oficial, que el blue, que la falta de reglas claras y una larga lista que esgrimen opinólogos varios en los grandes medios de comunicación. Y como quien oye llover, uno tiene la fuerte sensación que le están haciendo pasar el río con botas. O que -cuanto menos- no le están contando la película completa; están escondiendo gran parte de la verdad.
El periodista Ari Lijalad echó luz sobre el comportamiento de dos actores que -desde la óptica de quien escribe- tienen una gran cuota de responsabilidad junto a una gran capacidad de fuego desestabilizador social y político.
¿Que tienen que ver la Corte y Clarín con la inflación? Esta semana (por la semana pasada) dejó todo expuesto, dice Lijalad en una serie de tweets que compartimos aquí.
La inflación general de octubre fue de 6,3%. Pero el rubro que empujó la inflación fue Comunicación, con 12,1%. ¿Que hay en ese rubro? Los negocios de Clarin: Internet, cable y celular.
La inflación se conoció ayer.
El mismo día en que se conoció el índice inflacionario (15 de noviembre de 2022), la Corte prorrogó la medida cautelar que le permite a Clarín cobrar lo que quiera y sin control estatal por Internet, cable y el celular. En una frase: la Corte avaló que Clarín empuje la inflación.
La Corte avaló las tarifas de Clarín con la firma de sus 4 miembros: Rosatti, Lorenzetti, Maqueda y Rosenkrantz. Rosenkrantz fue abogado de Clarín, por lo que es ilegal su intervención. Pero lo hace igual y los otros lo avalan.
El mismo día Clarín logró un fallo contra la ex ministra de Seguridad Nilda Garré. La acusa de no reprimir una protesta sindical que bloqueó en 2011 la salida de sus diarios. Garré fue condenada a pagarle 21 millones de pesos a Magnetto y sus socios. Clarín acusó a Nilda Garré personalmente, no al Estado.
¿Quién quiere o se anima a ser funcionario cuando un Poder Judicial está tan alineado con el grupo económico-mediático que define condenas a gusto y solo por su interés económico?
¿Que funcionario se puede a atrever a tomar medias audaces contra los formadores de precios que son financistas de Clarin cuando ven que una ex funcionaria es condenada a pagar 21 millones de pesos por no romper una huelga de los trabajadores de Clarin?
La operación siempre es separar las cosas, que nadie vea la relación entre los fallos de la Corte, los intereses económicos de Clarin y lo que te cuesta comprar comida o medicamentos.
El simple recorrido por la semana que pasó, deja todo expuesto.
No hay remate.