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Una mujer con hiperosmia trabaja en oler enfermedades como el cáncer

Publicado el Miércoles, 21 Septiembre 2022 16:03 Escrito por Miriam Vázquez

Una mujer que olió el parkinson a su marido ha trabajado para desarrollar un hisopo con el que detectar la enfermedad en 3 minutos. Ahora trabaja con otros científicos para saber si puede oler otras enfermedades como la tuberculosis o el cáncer.

Un diagnóstico precoz es el mejor de los tratamientos para cualquier enfermedad, saber a qué te enfrentas facilita el camino incluso cuando dicho diagnóstico llega por métodos poco convencionales. Joy Milne llevaba 10 años casada con su esposo cuando advirtió que su olor corporal había cambiado, a la BBC relató como alrededor de hombros y nuca ahora tenía un olor "desagradable" y "mohoso".

Joy Milne tiene hiperosmia hereditaria, o lo que es lo mismo, un sentido del olfato muy desarrollado. En un primer momento achacó ese olor a una mala higiene de su esposo por lo que este tema acabó siendo un motivo de reproche. Pero con el tiempo el olor lejos de desaparecer seguía rodeando a su esposo al que además se le había agriado el humor. Después de acudir al médico a los 44 años le diagnosticaron Parkinson.

Milne no supo interpretar la señal que su hiperosmia le dio hasta varios años después cuando acompañó a su esposo a un grupo de apoyo para pacientes y familiares de párkinson. Al entrar en la sala percibió el mismo olor a humedad que llevaba tiempo notando en su marido.

Decidió comentárselo a un doctor de la Universidad de Edimburgo y ahí dio comienzo una investigación que ha concluido en el desarrollo de un hisopo que ha llevado a cabo la Universidad de Manchester para detectar la enfermedad en unos 3 minutos con un 95% de precisión. "Esta prueba tiene el potencial de mejorar enormemente el diagnóstico y el tratamiento de las personas con enfermedad de Parkinson", dijo el neurólogo Monty Silverdale a EuroNews.

Al parecer los enfermos de párkinson tienen ciertos lípidos de alto peso molecular en el sebo, una sustancia aceitosa que se encuentra en la piel. El sebo tiende a acumularse en la región superior de la espalda que es donde Milne detectaba dicho perfume.

Milne se muestra confiada en que esta nueva herramienta permita identificar la enfermedad en fases previas y esto consiga evitar "que llegue el daño neuronal". Ahora trabaja con otros científicos de todo el mundo para saber si puede oler otras enfermedades como el cáncer y la tuberculosis.

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