Silvina Luna alcanzó la fama en 2001 tras su participación en la segunda edición del popular reality show "Gran Hermano". A lo largo de su carrera, demostró su versatilidad como modelo, conductora y actriz en diversos medios y proyectos.
La trágica situación que llevó a su internación estuvo relacionada con una mala praxis de cirugía plástica realizada por el doctor Aníbal Lotocki en 2011. El procedimiento dejó secuelas graves en su salud, incluyendo una intoxicación de metacrilato que afectó su organismo y le causó hipercalcemia e insuficiencia renal.
A pesar de los desafíos que enfrentó debido a su salud, Luna continuó trabajando en el mundo del espectáculo y participando en diferentes programas de televisión, incluyendo el icónico "Gran Hermano" y otros programas de entretenimiento. También incursionó en el teatro y en la comedia, consolidando su posición en la escena artística argentina.
Durante su tiempo en el hospital, Luna compartió su lucha en las redes sociales, narrando su camino hacia un trasplante de riñón mientras combatía una bacteria que complicaba su estado de salud. A pesar de su entusiasmo y determinación, su cuadro médico empeoró, sumando complicaciones adicionales como una infección de Covid-19 y otras bacterias.
Silvina Luna se convirtió en un ícono mediático y artístico, siendo recordada por su participación en la televisión, sus papeles en obras de teatro y su influencia en el mundo de la moda. Su partida deja un vacío en la industria y en el corazón de quienes la conocieron y siguieron su carrera.
En medio de la tristeza, la comunidad artística y sus admiradores recuerdan su legado y contribución al entretenimiento en Argentina. Las circunstancias de su partida también subrayan la importancia de la seguridad y la ética médica en la realización de procedimientos médicos, recordando la lucha que Luna enfrentó debido a una mala praxis que impactó profundamente su vida y salud.