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Ley de Lemas en San Luis. Berrinches, rabietas y pataletas

Publicado el Miércoles, 28 Septiembre 2022 15:28 Escrito por

El martes 27/9, el Ejecutivo Provincial ingresó por Diputados un proyecto de ley que modifica el sistema electoral provincial. El proyecto para establecer una Ley de lemas. Si se aprueba ya no habrá PAS (Primarias Abiertas y Simultáneas) para elegir los candidatos de las distintas fuerzas políticas; en su lugar habrá convocatoria a una sola elección en la que se dirimirán simultáneamente, la interna partidaria y la elección general. Todo en un solo acto eleccionario.

Apenas se conoció la presentación, el arco opositor completo comenzó a expresar su rechazo. Alineados como en rosario, en secuencia que pareció coreografiada, los mentideros políticos regitraron las manifestaciones de rechazo de: Alejandro Cacace, “Es una maniobra desesperada del oficialismo”; Claudio Poggi, “El kirchnerismo puntano no sabe qué más hacer para seguir en el poder”Gabriela Riollo, «El kirchnerismo en San Luis quiere hacer trampa»Jorge Lucero y Javier Giménez (autoridades partidarias de la UCR), «Un régimen agotado que quiere perpetuarse en el poder»Eduardo Borkowski y María Eugenia Ciminari (dirigentes de GEN), «Es la jugada desesperada del fin de un régimen que no puede reinventarse más».

Juan Manuel Quiroga, Raul Maturano y Víctor Daniel Nazario, del Partido Demócrata, «Alterar la reglas electorales es un grave retroceso institucional»; La Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, “Rechazamos los intentos de modificar las reglas electorales en las provincias”; Delfor Sergnese y Lucrecia Soria, del Partido que se referencia en Adolfo Rodríguez Saá Todos Unidos, "Es una ley tramposa"; Joaquín Mansilla, de Libres del Sur, «Las más grande estafa del Gobernador Rodríguez Saá»; Walter Ceballos, quien además de rechazar el proyecto adelantó que concurrirá a la Justicia para intentar "desmoronar semejante atropello".

 

De estas primeras manifestaciones, expresadas probablemente en estado de emoción violenta, se pueden extraer algunas conclusiones.

Lo del ingeniero Ceballos supera hasta los exagerados estándares a los que nos tiene acostumbrados la dirigencia radical/cambiemita. Eran frecuentes los recursos a la justicia para superar las frustraciones electorales. Varias leyes sancionadas en los estamentos legislativos, donde hay mayorías y minorías determinadas por mayor o menor cantidad de votos obtenidos, se demoraron, desguazaron o derogaron en estrados judiciales (cuando no por DNU, como la Ley de Medios). Eso es moneda, lamentablemente, mas o menos corriente. La nueva amenaza ahora parece ser recurrir a tribunales para tratar de evitar que se presenten proyectos de ley

En las declaraciones de rechazo que circularon ayer se repiten como mantra, al menos, tres (pongamosle) ideas: lo de "maniobra desesperada para mantenerse en el poder", lo de "retroceso institucional" y lo de "trampa"... veamos.

Una "maniobra desesperada" es una acción de última instancia, cuando se han agotado todas las acciones usuales y todos los recursos previstos y previsibles para alcanzar un resultado y evitar un mal mayor al que representa apartarse de la "normalidad". Para evitar ese "mal mayor", la "maniobra desesperada supone que pueden saltarse las normas. La "maniobra desesperada" se relaciona con la excepcionalidad y por eso "habilita" a desatender o a desviarse de la "normalidad".

Un ejemplo reciente puede encontrarse en el asalto al poder legislativo en Estados Unidos y el intento de matar al vicepresidente que se encontraba al frente del escrutinio que daría perdedor al todavía presidente Donald Trump. Esa fue una maniobra desesperada que se saltó todas las normas para evitar tener que acatar el resultado electoral. Mas lejana en el tiempo pero cercana en la geografía, los golpes de estado que sufrimos los argentinos desde 1930 en adelante fueron "maniobras desesperadas" de sectores políticos y sociales frustrados electoralmente que recurrieron a las fuerzas armadas para acceder al gobierno. Ni que hablar de los bombardeos a la Plaza de Mayo ejecutados por algunos cuadros militares e instigados por dirigentes políticos. Ahí está claramente visible la "maniobra desesperada" (el bombardeo); como último recurso para "evitar un mal mayor" (la continuidad del peronismo en el ejercicio del poder legal y democráticamente conseguido).

La lista de ejemplos puede extenderse: el corralito de Cavallo y De la Rúa (maniobra desesperada de confiscar ahorros para (tratar de) evitar un mal mayor: el colapso financiero); el recorte de haberes, jubilaciones recursos universitarios y otros etcéteras del mismo gobierno de De La Rúa; recurrir al FMI como prestamista de última instancia cuando se agotó la posibilidad de conseguir financiamiento en el mercado financiero. El espionaje y persecución judicial a personas incluso del mismo espacio político o familiares... La enumeración puede extenderse ad infinitum... y costará encontrar casos en los que la responsabilidad recaiga en dirigentes del peronismo, aún incluyendo a todas sus variantes.

"Retroceso institucional" se le quiere denominar a la presentación de un proyecto de ley ante el Poder Legislativo que funciona con total normalidad, debate y vota -aprobando o rechazando- las iniciativas que ingresan para su tratamiento en función de los análisis, convicciones y pertenencias de cada una y cada uno de les legisladores. Puede parecer una obviedad, pero vale recordar que esas y esos legisladores se encuentran allí de manera proporcional a los votos que obtuvo la fuerza política a la que pertenecen. Otra perogrullada: la fuerza política que obtuvo más votos, tiene más legisladores y -en consecuencia- más manos para levantar en favor o en contra de un proyecto en debate. "Retroceso..." sería que las minorías impongan sus voluntades por sobre las de las mayorías (y no hablo de negociaciones y búsquedas de acuerdos, que son deneftambién son parte fundamental de las democracias).

"Retroceso institucional" sería, para seguir ejemplificando, nombrar jueces supremos por decreto. O derogar artículos de la Ley de Medios -votada en ambas cámaras y luego de un recorrido federal y representativo que escuchó a todas las voces todas- también por decreto (el ejemplo de la ley de medios sirve para tanto para el de "maniobra desesperada" como para el de "retroceso institucional"). 

Apareció, finalmente, la palabra "trampa" que puede ser tanto un "dispositivo o una táctica prevista para dañar, capturar, detectar, o incomodar a un intruso", como un "plan o acción que tiene como fin engañar a una persona". El proyecto de ley que pretende instalar la ley de Lemas en San Luis queda excluido de la primera categorización por la sencuilla razón de que -como todas las leyes- está -de aprobarse, insisto, tendrá caracter de universal. Es decir, será válida y obligatoria para todos, todas y todes los sanluiseños. No hay claúsulas ocultas ni secretas en el texto ingresado. Cualquier sanluiseño o sanluiseña con compresión lectora puede entender el contenido del proyecto; y cualquier legislador o legisladora puede proponer modificaciones, agregados y sustracciones al escrito original; opr iniciativa propia, del partido o fuerza que representa o de los ciudadanos y ciudadanas a quienes representa. Esa es la práctica deseable en el tratamiento de las leyes. Las causas para que en ocasiones se produzca y a veces no hay que reastrearlas en las competencias o incompetencias de las y los legisladores.

Sostener que el oficialismo pretende tender una trampa mediante una ley que será -insisto, de aprobarse- de cumplimento universal, es como imaginar que Yiya Murano invita a tomar el té poniendo la pócima en todas las tazas: un delirio.

Los militantes y dirigentes opositores que ya tenían el caldero en el fuego, listo para cocinar el guiso de liebre, cayeron en la cuenta de que todavía les falta cazar la liebre. Con berrinches y pataletas no van a conseguir ese cometido.

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Pablo Muract

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