Poggi es un canoso coqueto y sonriente que ya tiene un fracaso estrepitoso, y recién van 90 días de su gestión.
Poggi no consigue poner en marcha al estado provincial en el sentido correcto, ese estado que consideraba al puntano, nativo o por opción, como sujeto de derecho.
Poggi juega en otra sintonía, ya pasó de ser un furioso militante pro a ser un soldado obediente de Milei.
Poggi se separó de la política de bienestar para adoptar las políticas de la motosierra y la licuadora.
Hoy por hoy, no se nota ningún cambio a favor de los trabajadores y trabajadoras en la práctica del gobierno municipal o el provincial, tampoco en la municipalidad de La Punta. Y seguramente, cuando el peronismo despierte de su siesta y se le pase la resaca de la derrota, a Poggi-Endeiza se le complicará todo.
¿Avanzar será parte del armado de Milei?
Ya lo veremos, y pensemos cómo construir nuestra pequeña oferta... Es cuestión de tiempo, pero si llegamos unidos y conducidos, podremos recuperar terreno.