Se percibe un patrón de desmantelamiento de servicios estatales y una tendencia a deshacer los logros y políticas exitosas de administraciones anteriores, lo que ha provocado críticas y cuestionamientos por parte de diversos sectores.
El posible traslado del Centro Oncológico ha sido comparado con el accionar del presidente libertario Javier Milei, quien aboga por reducir la intervención del Estado en diversos ámbitos. Sin embargo, esta medida genera preocupación en la comunidad médica debido a la importancia de contar con instalaciones especializadas y bien equipadas para el tratamiento del cáncer.
La sensación de "motosierra, destrucción y odio " que rodea al gobierno de Poggi, según describen algunos críticos, plantea interrogantes sobre el impacto que esta decisión tendrá en la calidad de la atención médica y en el acceso de los pacientes a tratamientos adecuados.